Como padres, especialmente padres primerizos de un recién nacido, preocuparse por los hijos y su desarrollo es normal. Te preguntas cómo está progresando su cuerpo y su mente, y todas las esperanzas son positivas. Sin embargo, una de las muchas preguntas que puedes hacerte durante este tiempo es ¿Mi hijo tiene problemas de visión?
¿Cómo puedes saber si no puedes preguntarle, verdad? ¿No sería mucho más fácil si pudieras inclinarte y obtener una respuesta?
¡Todo está bien, mamá! (¿No sería bueno?)
Desafortunadamente, mientras son demasiado pequeños para hablar no podemos saber si algo está mal con su visión. Tampoco podemos confiar en la palabra de un niño pequeño que puede o no entender lo que estamos tratando de averiguar cuando le hacemos preguntas sobre lo que ven. Es por estas razones que la respuesta a la pregunta ¿Mi hijo tiene problemas de visión? depende principalmente de nosotros como padres y de estar atentos a las señales de alerta.
Aquí hay tres síntomas para verificar si puede haber un problema.
Cambios en el comportamiento o acciones
Esto a veces es difícil de notar en los niños, pero trata de prestar atención a cualquier cambio en sus acciones cotidianas. Por ejemplo, ¿están sentados más lejos de la televisión de lo normal? ¿Más cerca? Cuando leen, ¿sostienen el libro cerca o lejos de su cara?
Estos simples signos pueden ser pasados por alto fácilmente, pero son la primera señal de un problema de la vista.
Problemas de desarrollo
Esta es la peor pesadilla de los padres y a veces puede ser el resultado de falsas alarmas, pero aún así no debes tomarlo a la ligera.
Si crees que tu hijo se está quedando atrás de la curva de aprendizaje promedio y puede deberse a una discapacidad visual, el tratamiento temprano puede brindarle la mejor oportunidad de no quedar atrapado.
Síntomas físicos
La búsqueda de síntomas físicos en un niño debe comenzar desde el nacimiento. Una vez que tu bebé abra y presente al mundo sus grandes y hermosos ojos, echa un vistazo. Ve si hay alguna marca que se vea anormal, como una mancha blanca en su ojo. Síntomas como una mancha en el ojo podrían significar que tu bebé tiene una catarata.
¿Mi hijo tiene problemas de visión? Todavía no, pero si tiene una catarata que no se trata, podría conducir eventualmente a la ceguera.
A medida que tu hijo crezca, también debes buscar otros síntomas como:
– Párpados caídos
– Entrecierra los ojos
– Enrojecimiento e hinchazón
– Ojos desalineados
Si bien estos síntomas pueden no conducir a la ceguera, los problemas de la visión son, lamentablemente, un blanco fácil para los acosadores en la escuela. Si los ojos de tu hijo están desalineados, podemos arreglarlos y devolverle la confianza que se merece.
¿Mi hijo tiene problemas de visión?
La Academia Estadounidense de Pediatría recomienda que se evalúen los ojos de los bebés en sus chequeos de 9 meses, 18 meses y 30 meses. También se debe prestar especial atención al chequeo a los 4 ó 5 años, que suele ser la última visita al pediatra antes de que el niño ingrese a la escuela.
Si notas que tu hijo muestra los signos enumerados en este artículo, contáctanos y te guiaremos paso a paso para garantizar que tu hijo sea examinado adecuadamente.